MODELADO DEL TERRITORIO PERUANO
El territorio peruano con una topografía muy accidentada, exceptuando: la angosta faja costera, las altas o punas andinas y el llano amazónico, constituyen un notable ejemplo de diversidad de formaciones morfológicas de modelado desértico, semidesértico; templado de altitud; periglaciar; glaciar y tropical húmedo, que evolucionan en la zona ecuatorial de nuestro planeta.
Como queda dicho, el rasgo predominante en la morfología peruana es el relieve andino que con una altitud promedio de 4000 m. de altitud, constituye una verdadera columna vertebral que atraviesa el territorio peruano siguiendo una dirección paralela y muy cerca del litoral Pacífico.
En las cumbres andinas se inician las grandes cuencas vertientes de todos los ríos que atraviesan nuestro territorio. las mayores que corresponden a las nacientes de los cursos de agua que forman el sistema hidrográfico del Amazonas, son cuencas de recolección que abarcan extensas superficies que son drenadas y erosionadas por las aguas que se desplazan hasta profundos talwegs donde se concentran para formar las grandes masas de agua que atraviesan la amazonía peruana. Cuencas afluentes y subafluentes se jerarquizan a lo largo del recorrido de estos ríos, dando en conjunto una topografía interandina sumamente accidentada sea con cañones angostos y profundos o con valles estrechos que tienen laderas de fuerte declive por cuyos fondos se desplazan las aguas, venciendo una serie de rupturas de pendiente donde forman cataratas de diversa magnitud, sobre todo los pequeños ríos que constituyen la densa e intrincada red hidrográfica del Amazonas, en su sector de Ceja de Selva.
El territorio peruano con una topografía muy accidentada, exceptuando: la angosta faja costera, las altas o punas andinas y el llano amazónico, constituyen un notable ejemplo de diversidad de formaciones morfológicas de modelado desértico, semidesértico; templado de altitud; periglaciar; glaciar y tropical húmedo, que evolucionan en la zona ecuatorial de nuestro planeta.
Como queda dicho, el rasgo predominante en la morfología peruana es el relieve andino que con una altitud promedio de 4000 m. de altitud, constituye una verdadera columna vertebral que atraviesa el territorio peruano siguiendo una dirección paralela y muy cerca del litoral Pacífico.
En las cumbres andinas se inician las grandes cuencas vertientes de todos los ríos que atraviesan nuestro territorio. las mayores que corresponden a las nacientes de los cursos de agua que forman el sistema hidrográfico del Amazonas, son cuencas de recolección que abarcan extensas superficies que son drenadas y erosionadas por las aguas que se desplazan hasta profundos talwegs donde se concentran para formar las grandes masas de agua que atraviesan la amazonía peruana. Cuencas afluentes y subafluentes se jerarquizan a lo largo del recorrido de estos ríos, dando en conjunto una topografía interandina sumamente accidentada sea con cañones angostos y profundos o con valles estrechos que tienen laderas de fuerte declive por cuyos fondos se desplazan las aguas, venciendo una serie de rupturas de pendiente donde forman cataratas de diversa magnitud, sobre todo los pequeños ríos que constituyen la densa e intrincada red hidrográfica del Amazonas, en su sector de Ceja de Selva.
Imagen del Parque Nacional Huascarán
Cuencas no menos importantes, son drenadas
y modeladas en la vertiente occidental andina, donde las precipitaciones
estacionales han erosionado igualmente el relieve, dando diversas formas
morfológicas con un gran número de subcuencas atravesados por numeroso talwegs
generalmente secos, pero en conjunto presentan también numerosas formas
morfológicas que originan una topografía muy accidentada donde se suceden
cañones profundos alternando con cumbres pétreas que constituyen así divisorias
de cursos de agua de diversa categoría. Ejemplos de estos cañones son los del
Colca, en Arequipa; Infiernillo formado por el Rímac, del Pato, excavado por el
río santa, etc.
Las accidentadas cuencas de recolección que
se proyectan hasta las cimas andinas, en unos casos se ven interrumpidas por
extensas llanuras onduladas conocidas con el nombre de punas, pero que en
realidad son altas mesetas. Estas punas o mesetas constituyen un gran sector de
discontinuidad en las accidentadas cuencas de recolección, convirtiendo
los ríos que las atraviesan, en ríos tranquilos que divagan forman
pequeños meandros mientras cruzan estas zonas poco accidentadas. Luego y por
debajo de las mesetas o punas, aparece nuevamente la cuenca de recolección, con
formas mucho más accidentadas, constituyendo gargantas de diversa
magnitud que en conjunto originan los grandes cañones como los formados por los
ríos: Marañón, Huallaga, Apurimac, Urubamba, etc., en la vertiente del
Atlántico y los del Colca, Chillón, Santa, etc., en la vertiente del Pacífico.
Para completar la visión morfológica del
conjunto del territorio peruano, analizado en forma general, solo nos faltaría
describir la cuenca endorreica del Titicaca, lago que por no tener salida hacia
ningún océano tiene una evolución diferente, se trata de una cuenca que tiene
como colector común al lago Titicaca y que drena territorios de la cordillera
de Carabaya, ubicado al norte; del macizo Vilcanota, ubicado al oeste, y de la
cordillera occidental andina que se localiza al sur. El relieve en conjunto es
poco accidentado en sus sectores oeste y sur, no sucediendo igual con la parte
norte donde la presencia de las altas cumbres andinas de Carabaya han
dado origen a la formación de cuencas con topografía
accidentada, que rápidamente desciende hasta las extensas llanuras
onduladas que conforman el altiplano del Titicaca.
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